Se recogen a continuación los mensajes de bienvenida a los participantes del GLOBAL HEALTH WORKFORCE BARCELONA en su 13ª Conferencia Internacional celebrada en Barcelona del 11 al 14 de Marzo de 2025, organizada por los Comités científicos del ICOH (Internacional Occupational Health for Health Workers) bajo el liderazgo de Rosa Orriols. La jornada corrió a cargo de representantes de la patronal catalana, FOMENT, en cuya sede central se celebró el acto, y de las entidades aliadas: Societat Catalana de Salut Laboral, SCSL y MIESES Global. Tras la sesión se celebró un taller sobre Prevención y Mediación de Conflictos a cargo de la empresa CMB Mediala, asociada a Mieses. Se recoge al final el mensaje de Rosa Orriols en el Acto Inaugural en las instalaciones del antiguo Hospital de Sant Pau.
CESAR SÁNCHEZ, Director de la Oficina de PRL de FOMENT
Buenos días a todas y a todos. Es un honor darles la bienvenida, en nombre de Foment del Treball Nacional, a esta jornada tan relevante, en la que damos el pistoletazo de salida a esta semana del GLOBAL HEALTH WORKFORCE en la que abordamos los grandes desafíos y oportunidades que tenemos por delante en relación con la sostenibilidad de los sistemas de salud, el cuidado de las personas, la equidad de género y los nuevos liderazgos.
Desde hace más de 250 años, Foment ha sido un actor clave en la defensa del desarrollo económico y social de Cataluña. Hoy, como en nuestros orígenes, seguimos impulsando iniciativas que promuevan la competitividad empresarial y el bienestar social. Pero somos conscientes de que ese progreso solo es posible si garantizamos entornos de trabajo saludables, donde la salud laboral sea un valor estratégico y transversal.
Foment del Treball trabaja activamente para que la salud y la seguridad en el trabajo estén en el centro de la cultura empresarial. No hablamos únicamente de prevención de riesgos laborales, sino de promover espacios donde las personas puedan desarrollarse en equilibrio físico, emocional y social. Porque cuidar de la salud en el ámbito laboral es una inversión en el capital humano, la productividad y la sostenibilidad de nuestras empresas.
En este sentido, la celebración del Congreso Global Health Workforce Barcelona 2025 cobra una relevancia especial. Este congreso internacional reunirá a profesionales y líderes de todo el mundo para debatir sobre la planificación, la formación y la protección de los profesionales sanitarios, que son el corazón de cualquier sistema de salud. Se abordarán temas esenciales como la gestión del talento en el ámbito de la salud, la equidad de género en el liderazgo sanitario y la necesidad de garantizar condiciones laborales dignas y seguras para los trabajadores de la salud. Unas reflexiones que, sin duda, son extrapolables a todos los sectores productivos.
Desde Foment queremos contribuir a estos debates, destacando el papel fundamental que tienen las empresas en la construcción de una sociedad más saludable, inclusiva y sostenible, y sumándonos al compromiso global de cuidar a quienes nos cuidan.
Gracias a todos por su compromiso y participación. Les animo a aprovechar esta jornada para compartir ideas, experiencias y construir juntos un futuro donde el bienestar de las personas sea el eje central de nuestras políticas y estrategias. Bienvenidos y muchas gracias.
MARI CARMEN TORRES, Vicepresidenta de la SCSL
Muy buenas tardes a todos, es un placer poder compartir esta tarde con todos vosotros dando la bienvenida a los Comités Científicos de ICOH (Riesgo Biológico, el de Higiene Industrial y el de Mujeres trabajadoras por la Igualdad) a Barcelona a este magnífico lugar en el que Foment del Treball nos acogen como anfitrión para poder celebrarlo todos juntos. Muchísimas gracias, César Sánchez por tu generosidad y permitirnos disfrutar de este espacio. Muchas gracias Rosa Orriols por el trabajo que has realizado, por tu esfuerzo y entusiasmo para que finalmente se materialice este Congreso, con la unión de tantos profesionales del mundo de la Prevención, venidos de diferentes continentes. Igualmente, gracias Leyre de la Peña y Sonia Alonso como LOC de este Congreso.
Bien, en primer lugar, me presentaré, quién soy a qué organización pertenezco y cuál sería mi propósito. Soy, como bien me han presentado enfermera especialista en Salud Laboral y científicamente formo parte de la Junta de la Societat Catalana de Salut Laboral, hace ya casi 7 años, empecé cuando la Presidía con la Dra. Elisabeth Purtí con la que aprendí muchísimo. En la actualidad Montse Puiggené es nuestra Presidenta intentando todos juntos seguir empujando por esta Salud Laboral a la que todos pertenecemos.
La Societat Catalana de Salut Laboral (SCSL) es una sociedad de carácter científico sin ánimo de lucro, constituida en 2014, por la unión de dos sociedades Sociedad Catalana de Medicina del Trabajo y la Sociedad Catalana de Seguridad y Medicina del Trabajo , entidades que habían convivido diferenciadas desde el momento de su fundación 1956 y 1957 respectivamente, como consecuencia del interés de los profesionales de la prevención de riesgos laborales por disponer de un foro de debate científico, abierto y pluridisciplinar, donde compartir conocimientos y experiencias para mejorar la Salud Laboral.
Y cuál es mi propósito hoy. Es el de seguir trabajando por la mejora de la Salud de las personas en el mundo laboral y todos juntos en la Salud Holística de la persona. La salud holística como un enfoque integral que busca el bienestar de las personas considerando todas sus dimensiones. No se limita a tratar enfermedades, sino que promueve el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, dentro de una Salud Global. Ya en 1948, la OMS definió la salud desde el triple abordaje físico, mental y social, dejando fuera dos vertientes que sin duda forman parte de este concepto: la dimensión espiritual y la ambiental. Años más tarde, el modelo Mándala creado por Hancock y Perkins 1985 estableció la interacción entre cultura y ambiente, con una visión holística de la salud (con el abordaje físico, mental y espiritual) y cómo repercuten estos elementos en ella.
Este modelo ecológico de salud comprende al individuo desde lo bio-psicosocial y espiritual, pero reconociendo a la familia como la institución principal en el que éste se desarrolla y forma parte de la comunidad. Estudio Harvard sobre las relaciones humanas como eje de la Felicidad del Dr. Waldinger, Robert.
A partir de aquí, 4 son los factores que influyen en la salud del individuo y la familia: el medio psico- socioeconómico, el medio físico, la biología y el comportamiento. Y tres factores influyen en estos aspectos: el estilo de vida (entendiendo a éste como la opción que el individuo elige entre varias); el sistema sanitario (que determina el acceso a los servicios de salud) y el trabajo (no solo como medio de sustento sino en su amplio concepto simbólico y relacional). Todo ello queda en relación con el medio ambiente y con la naturaleza del que el individuo no puede separarse.
La Declaración de Luxemburgo (1997), adoptada por la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP), establece que el bienestar en el trabajo no solo implica la ausencia de enfermedades, sino también la promoción activa de la salud en el ámbito laboral. Ayuda a entender que más allá de las exigencias reglamentarias del cuidado de la salud física y mental de las personas en el trabajo, las empresas deben tratar de promover comportamientos saludables más allá de su entorno laboral (conciliación de la vida familiar, alimentación, ejercicio físico, control de adicciones, atención cardiovascular, etc.) y estimular el compromiso social a través del voluntariado. Este documento subraya la importancia de una cultura empresarial orientada al bienestar como factor clave en la sostenibilidad de las organizaciones.
Importantísimo para llegar a esta cultura, establecer Alianzas con otras organizaciones, con otros profesionales que tengan nuestra misma visión. Salud Holística (la persona en el Centro), Salud Global (Salud más allá del trabajo). Y es ahí donde entra Mieses…
MANUEL BESTRATÉN, Presidente de MIESES Global
Buenas tardes a tod@s, me sumo a las palabras de agradecimiento y de bienvenida de quienes me han precedido en el uso de la palabra, Cesar Sanchez y Mari Carmen Torres. Sean bienvenidos a esta ciudad abierta y muticultural, capital de Cataluña, tierra de acogida y de prosperidad. Represento a una asociación sin ánimo de lucro que reúne a profesionales de diferentes disciplinas y organizaciones con compromiso social para trabajar juntos en pro de la salud y la sostenibilidad de las pequeñas organizaciones, principal fuente de riqueza y de ocupación, necesitadas de apoyo directo para poder pervivir. Fundamos el Movimiento MIESES Global en Barcelona hace ocho años y estamos presentes en la mayoría de países de América latina, algunos de Europa y en todas las Comunidades Autónomas españolas. Nos financiamos exclusivamente con las cuotas de los socios.
Vivimos en una sociedad compleja e incierta marcada en estas últimas décadas por un crecimiento basado en la explotación excesiva de recursos y guiados por el afán de lucro que acrecienta las desigualdades, los desequilibrios ambientales, y un continuado deterioro de las condiciones de trabajo, a pesar de los importantes avances legislativos para proteger la salud de las personas trabajadoras, que no son suficientes. La economía ha de girar en pro de la prosperidad de las personas y no de la acumulación de capital. El Premio Nobel de economía, Amartya Sen manifestaba que “la prosperidad de una sociedad depende fundamentalmente de las “capacidades” que las personas tienen para vivir dignamente en un entorno de libertad, más allá de aspectos materiales”. Ahí está una de las razones por las que España está creciendo por encima de la media Europea, en gran medida por la llegada importante y la integración social de migrantes, aunque con no pocas dificultades.
No podemos olvidar que es inmoral que se estén invirtiendo más de 4000 millones de € diariamente en armamento para alimentar guerras, mientras ¾ partes de la humanidad carece de recursos suficientes para vivir; que el 75% de la población (5.100 millones de personas) no tienen acceso a ninguna prestación social y uno de cada tres trabajadores vive en situación de pobreza (OIT). Siendo solo un puñado de personas, un 1% de la población, el que disfruta de más del 80% de la riqueza (Intermon OXFAM). Pero hoy estamos aquí para trasladar esperanza, no pesimismo; una esperanza activa para construir el futuro que deseamos.
Es importante que nos reunamos especialistas de diferentes ámbitos de la salud con visión global para debatir estrategias que puedan revertir tales tendencias e influir en los órganos de poder. Solo entendiendo la compleja realidad que nos rodea podremos tomar consciencia, actuando colectivamente sobre el origen de los problemas. Y remarco, la legislación es importante, pero no suficiente. Se requieren nuevas estrategias, nuevas políticas empresariales, mayor equidad y nuevos liderazgos regidos por principios éticos, como este Congreso apunta.
Como ya dijo Mª Carmen, la Declaración de Luxemburgo en Europa para la promoción de la Salud y el Bienestar en las organizaciones ha sido un extraordinario aporte, sobre todo en los últimos diez años con el reconocimiento de “Empresas saludables” que otorga el Instituto Nacional de SST de España. Tal Declaración nos demanda ampliar el ámbito de actuación tradicional de la salud laboral con nuevas alianzas y políticas, integrándola plenamente a los sistemas de gestión e implicando a todos los miembros de las organizaciones en la generación de salud global y de bienestar, que estén asociados a la mejora de la eficiencia en el trabajo.
Además, tal como se ha apuntado, es también necesario velar por la Salud espiritual para que las personas puedan encontrar significado en el trabajo, sintiéndose útiles en un proceso de aprendizaje permanente y en un entorno social afectivo del que reciben apoyo y reconocimiento para su desempeño exitoso. Es entonces cuando podremos afirmar que el trabajo es digno. Siempre, que además se reciba un salario con el que poder sustentar a la familia, sean reconocidos sus derechos legales y se disponga de protección social, tal como propugna la OIT en su definición de trabajo decente. Pero quiero añadir que si el trabajo no es creativo del tipo que fuere es pura “”explotación”.
Se requiere que las personas estén en el corazón de las organizaciones y sean consideradas objetivo empresarial. Obviamente, las empresas privadas precisan tener beneficios económicos y poder en buena parte reinvertirlos, pero nunca debe ser éste el fin primordial. Es como el aire, que se necesita para respirar, pero que no es suficiente. Solo con personas competentes e implicadas las organizaciones tienen futuro ¿Creen que lo tienen cuando solo un 14% de personas están implicadas en el trabajo en Europa y un 35% se sienten estresadas por su trabajo (Encuesta Gallup del 2024)? Pensemos que la SST es el único sistema de gestión cuyos protagonistas-destinatarios son los trabajadores/as y que la inversión en lo humano es la única que tiene rendimientos crecientes con notorios aportes en valores intangibles, como lo es la propia reputación de la organización. Sinceramente, no lo estamos aprovechando.
Afortunadamente, este horizonte hacia una Salud global se esclareció con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de UN, Agenda 2030 que marcan claramente el camino a seguir, conjugando Salud laboral, Salud ambiental y una Prosperidad inclusiva, respetando la Dignidad del trabajo. Ello resulta esencial para el futuro de la Humanidad, a pesar de las dificultades en el cumplimiento de algunos de ellos, como el crecimiento incesante de los residuos y los micro plásticos, la escasez de agua potable, agudizada por la contaminación de suelos y ríos, la perdida de la Biodiversidad, la emergencia climática por el uso continuado e “imparable” de combustibles fósiles, y la dificultad que las energías renovables puedan colmar la demanda de energía de proseguir con el crecimiento actual de los países más desarrollados. A ello se une la presión de poderes fácticos que abogan por su aplazamiento al 2050, tratando de convencer a la población y a gobiernos de que los ODS son una falacia y hay que esperar, cuando el tiempo de actuar se está agotando irremisiblemente. El que fuera Director General de la OIT Guy Reader dijo que “el futuro de la humanidad tiene dos grandes retos: Garantizar un trabajo decente y actuar con acierto ante la crisis climática, y ambos estas relacionados”.
Quiero remarcar que la Salud laboral y la Sostenibilidad deben conjugarse en estrecha alianza, gestionándose de manera unitaria porque, además de responder a necesidades fundamentales, tienen profundas afinidades. Solo podremos cuidar de manera efectiva a la Naturaleza si aprendemos a cuidar de las Personas y viceversa. Además, ambas debieran tener valor estratégico; el primero, para que las personas trabajadoras encuentren Propósito en sus cometidos, realizando productos y servicios en condiciones dignas. El segundo, convirtiéndolas en fuentes clave de innovación, algo esencial para la pervivencia empresarial ante las amenazas ambientales existentes y las exigencias de la ciudadanía, consciente de su trascendencia. Así, pudimos demostrar en nuestro país, en investigaciones del citado INSST, que existe una correlación matemática directa entre el nivel de calidad de las acciones en SST y el nivel de Excelencia y beneficios empresariales generados, y que los mandos que se implican con efectividad en la SST tienen un mayor liderazgo ante sus equipos de trabajo. Era algo obvio, pero había que demostrarlo.
En Mieses Global desarrollamos una Prevención integral y transformadora que nos ha valido el reconocimiento de la OIT en 2020. Apostamos por una gestión por competencias que es integradora de todos los sistemas de gestión. Partimos siempre del diagnóstico de la cultura empresarial con un modelo propio (4P) que nos permite establecer un plan de acción a corto plazo, concienciando de su necesidad y de la estrategia a seguir. Redefinimos los valores esenciales para sustentar los cambios necesarios. Implantamos un liderazgo consciente y transformador que facilite e inspire con la participación activa de los trabajadores mediante la innovación en todos los ámbitos, empezando por los procesos clave. Y necesitamos que cada persona encuentre el equilibrio entre sus competencias y los retos o exigencias asumibles; y pueda en coherencia a los mismos desarrollarse. Necesitamos también apoyarnos en una transformación digital al servicio de las personas para facilitar la toma de decisiones y la autogestión, con capacidad de medir con indicadores sencillos la calidad de nuestras actuaciones y los beneficios que generamos, tanto sociales como económicos.
En conclusión, la Dignidad y la Salud global en el trabajo actuando con principios de excelencia son determinantes para encontrar significado en nuestras vidas y encauzar el desarrollo saludable y sostenible que perseguimos. Trabajemos juntos bajo una nueva mirada con ilusión, convicción y método para transformarnos y así poder transformar; para prender en las organizaciones la llama de la Alegría y de la Esperanza. Es un objetivo sublime que nuestras alianzas harán posible tal como el ODS #17 propugna. Muchas gracias.
ROSA ORRIOLS, Team leader del GHW BARCELONA 25
Dear friends, distinguished authorities, colleagues, and all those committed to global health,
It is truly an honor—and deeply moving—to welcome you all to this gathering in Barcelona. This is more than just a conference; it is a space for reflection, collaboration, and, above all, a reaffirmation of our shared commitment to those who dedicate their lives to caring for others.
I grew up with a passion for science and medicine, with a desire to explore the world and connect cultures through multilateral diplomacy. I was always a good student, deeply drawn to international collaboration. But I never imagined that, despite my abilities, I would face barriers—barriers not based on merit, but on gender.
Yet, standing here today is not a proof that those barriers can be broken. It is also a reminder that much work remains to be done.
Those who know me well know that I am, at my core, a connector. And when, six years ago, I was asked to bring this Congress on the health of health workers to Barcelona, I saw a unique opportunity. An opportunity to build bridges, to unite ICOH and WGH, to bring together voices that needed to be heard. As a co-founder of WGH Spain and now a member of the new International Board, I firmly believe that advancing global health requires working together—across disciplines, across borders, and across sectors.
Of course, speeches like these are often moments of gratitude. And today, I want to express my deepest appreciation—to every institution, every collaborator, every speaker who has made this event possible. But above all, I want to recognize those who work behind the scenes, those whose efforts often go unnoticed but without whom none of this would be possible. To all of you here, to those who made this possible, and especially to the unsung heroes working tirelessly behind the scenes. I want to take a moment to recognize some of them: the entire WGH team for their generosity, the ICOH Board, and Helena Monastrell for her invaluable support in organizing this day. My deepest thanks to Shabnum Faraz and Marcela Henriquez, who have led the Global Day tirelessly—a task that is anything but easy. To the Chairs and Secretaries of the ICOH Scientific Committees, and to Valentina, Judith, and Shirley from the RIC group—without you, these days of learning, connection, and quality time together would not be possible. Your dedication, the weekends and late nights you have prioritized for us, have made everything come together perfectly.
But today, we must also recognize the challenges women in health continue to face. Women health workers are on the frontlines of crisis response, yet they often encounter heightened risks of Sexual Exploitation, Abuse, and Harassment (SEAH)—especially in conflict zones, displacement camps, and fragile health systems. On November 26, 2024, Women in Global Health convened a critical webinar alongside its global chapters to address these urgent challenges. This report captures the key discussions from the event, highlighting the impact of the global displacement crisis, the role of community health workers (CHWs) in preventing SEAH, and the urgent need for stronger protection mechanisms. It brings together insights from global health leaders, policy experts, and frontline responders to advocate for effective Prevention of SEAH (PRSEAH) strategies, improved reporting systems, and survivor-centered approaches.
Women hold around 70% of health worker jobs globally, over 80% of nursing roles, and over 90% of midwifery roles. Gender inequity in health leadership is not solely a women’s issue, and the responsibility for change cannot rest solely on the shoulders of women leaders. Women should not need to change to fit into systems and cultures designed for men. Traditional approaches that encourage women to be more assertive or ‘lean in’ often result in backlash when they challenge gender stereotypes.
If we are to change the status quo, all leaders in health must intentionally promote gender-transformative policies as the foundation of strong and effective health systems. Gender Transformative Leadership is an approach for all leaders, regardless of gender, that improves health outcomes by addressing the legal, cultural, and social barriers that prevent women in health from advancing to leadership positions.
This approach is based on key principles:
• Promoting gender equity in all areas and driving meaningful, transformative change that tackles the root causes of gender inequity.
• Validating leadership across the health spectrum, ensuring that leadership is recognized and legitimized where it is most needed.
• Avoiding stereotypes and existing norms that act as barriers to women’s leadership, ensuring access to leadership without requiring women to conform to patriarchal expectations.
Women lead the delivery of healthcare to 5 billion people worldwide and contribute an estimated US$3 trillion annually to global health—half of it in unpaid work. Yet, they hold only 25% of leadership roles in health. If leadership were allocated proportionally based on merit, women would hold 70% of leadership roles in the health sector. Instead, we see the opposite: men, who make up less than 30% of the health workforce, occupy 75% of leadership positions. This is the ‘XX Paradox.’
There is no shortage of qualified women for leadership. In most countries, women are the majority of junior doctors, nurses, pharmacists, and dentists. Yet, men are promoted while women stand still, facing ‘glass ceilings’ at every stage. In some cases, men in nursing—a minority—still hold a disproportionate number of senior roles, benefitting from a ‘glass elevator.’
Looking through an intersectional lens, we see that the primary beneficiaries of most global health programs—women from low- and middle-income countries—are the least represented in global health leadership. This is another facet of the XX Paradox. However, leadership in health is as diverse as women themselves. Women at all levels are driving change, from community health workers to global decision-makers. These women deserve recognition, equal career progression, and the opportunity to reach senior decision-making roles.
I want to take a moment to reflect on something personal. Throughout my life, I was told I was a «good» woman—polite, responsible, diligent. But at 30, I made a decision: I chose to be «bad.» Not bad in the way people might think, but bad in the sense that I broke away from the expectations imposed upon me. I rejected stereotypes that had been assigned to me simply for being a woman. And in doing so, I found my true path.
Along this journey, I have met extraordinary women who have done the same. Not because they wanted to, but because life put them in difficult situations that forced them to defy expectations. But my call to action today is this: let’s not wait for adversity to teach us about justice. Let’s act with integrity and conviction now. Let’s live by values that promote equity and the common good, not because we have suffered, but because it is simply the right thing to do.
I am also grateful to have met a few men who share this vision. There are not many, but they are enough to spread the importance of justice and fairness in our world.
A special thank you to Xavier Prats for his guidance and unwavering support, and to Cristina Gallach for her invaluable advice and presence. It is an honor to have her delivering our inaugural conference today.
Finally, as we gather here today, let us remember: our fight is not just for representation—it is for the future of healthcare itself. Women are already leading healthcare worldwide. Now, it is time for leadership to reflect that reality.
My Call to Action: We must unite in fostering a future where women in health are not just participants but leaders. Let’s commit to:
• Advocating for gender equity in global health policies.
• Supporting and mentoring women in health leadership.
• Ensuring a safe and inclusive workplace for all health workers.
Together, we can build a stronger, more equitable health system for everyone. Thank you—from the bottom of my heart. This event exists because of your dedication.
Barcelona welcomes us with open arms, with its spirit of connection and its global vision. Let’s use this week not just to exchange knowledge, but to reinforce our convictions. Let’s remember why we are here: to improve the lives of those who dedicate theirs to caring for us. Welcome. May this week mark the beginning of meaningful change.
Thank you.
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